jueves, 5 de enero de 2012

Mientras estaba tirada en la playa, tomando sol, pensaba...
Miraba a los nenes jugar. Me acordaba de cuando era pequeña y amaba revolcarme en la arena. Que esperaba con ansias el ir a la playa para hacer posos con mi papa y pasar horas saltando las pequeñas olitas de la orilla. Que no me importaba nada mas que sentirme libre, con esa poca libertad.
Y a su vez, me puse a pensar en mi. En mi presente. En mi yo de ahora. Tirada en la arena, pero con todo el cuerpo sobre una lona. Intentando no tocar la arena. Solo quería tomar sol. Tenia mis auriculares y mi celular. Escuchaba las pastillas en vez del sonido del mar. Miraba con odio a los nenes que pasaban y me llenaban de arena. 
Recién volví de la playa. Y me di cuenta que ya no voy a la playa pensando solamente en que iba a hacer castillitos de arena junto a algún amigo nuevo. El amiguito del día, que lo mas probable era que sea un turista. Que ya no me importaba correr por toda la playa ni saltar las olas. 
Ahora iba a la playa a tomar mates con amigas o escuchar música si voy sola, colocar una lona entre mi piel y la arena. Odiar la cantidad de turistas nuevos que llegaron a la ciudad. Y lo peor de todo, quejarme de los nenes que juegan a mi alrededor. 
Sin pensar que antes esa nena que hoy me molesta era yo.


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