sábado, 11 de febrero de 2012


Gracias a esa persona que me hiso llorar. Gracias a la persona que me abrazo y me dijo que todo estaba bien mientras lo hacia. 

Gracias a esa persona que me enseño que no debo creer en la primera impresión, que todo cambia. Gracias a la que me apoyo cuando me di cuenta y me dijo que la vida sigue. 

Gracias a todas aquellas personas que me hicieron darme la cabeza contra un vidrio o una pared de cemento pintada de amarillo fluo. Y mas que nada, gracias a las personas que me abrazaron, me limpiaron las lagrimas, me ayudaron a pararme y me hicieron reír, para que siguiera mi camino con la mejor sonrisa.

Gracias a todo ellos, hoy veo la vida de otra manera.

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